Estudié en la escuela de Periodismo TEA y empecé mi vida laboral como productora de contenidos televisivos y radiofónicos. Después de varios años trabajando en horarios centrales de radio y televisión supe que quería asumir otro rol en el periodismo: quería preguntar, cuestionar, transmitir la información.

En mi recorrido como cronista cubrí muchos momentos de gran importancia para el país y para el mundo. Siempre me gustó estar en el lugar de los hechos, observando las miradas, los movimientos, los silencios; intentando poner en contexto cada situación para transmitir la información en su complejidad de la manera más simple. Intentando, también, poner en palabras aquellas sensaciones que se escabullen pero que son parte del hecho periodístico. Así cubrí campañas electorales, trasnoché en el Congreso, me conmoví con noticias sociales e hice guardias eternas que forjaron mi pasión por el periodismo.

Este espíritu todo terreno me llevó a vivir a Rusia, donde estuve tres años. Fue una experiencia muy rica en lo profesional porque tuve la oportunidad de entrevistar a presidentes de todo el mundo, realizar coberturas bélicas, también el mundial de fútbol 2018 y distintos momentos únicos; también en lo personal fue un tiempo con muchos desafíos.

Me encanta lo que hago. Amo ser testigo y observadora de lo que sucede en la sociedad a nivel mundial pero también en mi vida cotidiana. Trabajo por comprender al otro. Llevo en mí esa forma de hacer periodismo a todos los ámbitos, también en el más íntimo y personal. Le dedico mucho tiempo a mis vínculos, familia y amigos. Quiero saber sobre ellos y las distintas maneras de pensar y ver la realidad.