Hablar o no hablar. Muchas veces esa es la incógnita en la vida. ¿Digo o no digo?
En los años de gobierno kirchneristas muchos temas fueron tabú. La inflación subía pero para el INDEC se mantenía estable. La gente sentía una inflación del 25 por ciento pero el gobierno de ese entonces contenía a los gremios para que las paritarias sean del 16 por ciento. ¿Se acuerdan que la oposición de ese entonces, (hoy gobierno) se quejaba porque no se hablaba (menos se hacía) sobre la suba del costo de vida?
Para esos momentos de gloria K, tampoco los funcionarios informaban las bajas de reservas del Central. La inseguridad era una mera sensación. Temas negados que no merecían palabras. Entonces no se hablaba y no se respondía a la prensa que no iba a ser obsecuente sobre ciertos temas.
En la negación constante, la oposición era «Heidi», el candidato del proyecto ganaba y las obras que inauguraban se “ponían en funcionamiento”. El Discurso de la “Década Ganada”.
Pero justamente con discurso también ganó Mauricio Macri el sillón de Rivadavia. Prometió diálogo, transparencia, cercanía con la sociedad y explicación de la realidad del país. El tema es que hablar, habla, pero dice poco. Los ministros también, aunque ahora más limitados que al inicio.
Hay algo en la comunicación que falla. ¿Por qué nadie explica bien cuáles son los proyectos en los que se piensa trabajar? ¿Por qué se menciona la inflación pero no cómo combatirla? ¿Por qué se aumentaron las tarifas de energía y trasporte, por ejemplo, y nadie explica para qué sirve el esfuerzo de ajustar los bolsillos?
Se menciona los temas. Se habla de inflación, del narcotráfico, de la necesidad de inversión, de la cantidad de “ñoquis” en el Estado, etc. Pero solo son títulos. No información. No comunicación. Pareciera que nada cambió. El gobierno K no hablaba porque negaba. Cambiemos ahora titula pero no desarrolla, no comunica. En algún punto se parecen.
¿Se genera trabajo para quienes se quedan sin empleo? ¿Qué van a hacer con la inflación? ¿Cómo van a resolver el aumento de precios y los sueldos retrasados? La gente se ajusta y la mayoría de las personas con las que hablo apuesta a que todo va a mejorar. Pero informar da más tiempo a que la paciencia de los ciudadanos no se agote. Porque el bolsillo tiene finitud y la plata vuela.
Es una pena que la comunicación del gobierno de Cambiemos no sea firme y desarrollada. No voy a entrar en el recuerdo de que el presidente Macri festejo tres detenidos de los prófugos del triple crimen cuando todavía era solo uno el apresado, pero sirve de ejemplo. Pasó.
